La sarcopenia hace referencia a la pérdida de masa muscular y fuerza que se produce progresivamente según vamos cumpliendo años. Está en nuestras manos limitar al máximo sus efectos sobre nuestras vidas con una buena dieta y una actividad física constante desde una temprana edad.

Conoce qué es la sarcopenia y sus causas

La masa muscular va disminuyendo de manera gradual conforme van pasando los años, un proceso natural que se acelera al alcanzar los 60 años de edad. Junto a esto, se va instaurando una pérdida progresiva de fuerza que en gran medida contribuye a que se pueda dar la pérdida paulatina de la independencia de la persona para sus actividades diarias. Esto supone un aumento del riesgo de caídas y posibles fracturas óseas y estas, suponen la sexta causa de mortalidad en los mayores de 65 años.

El hecho generalmente aceptado y que todos tenemos interiorizado, de que las personas mayores puedan llegar a sufrir un cierto grado de sarcopenia, se estima que aproximadamente una cuarta parte de las personas de 70 años la van a padecen en diferentes grados, llegando al 50% en los ancianos de 80 años de edad.

Es más frecuente en hombres que en mujeres y, dado el progresivo envejecimiento de la población, es probable que estos porcentajes sean más elevados en las próximas generaciones.

 

¿Cómo evitarla?

La pérdida de masa muscular es una de las consecuencias de ir cumpliendo años, pero está en nuestras manos limitar al máximo sus efectos sobre nuestras vidas con una buena dieta y una actividad física constante desde una temprana edad. El ejercicio físico es siempre una buena inversión para nuestra salud y calidad de vida futuras.

La mejor manera de prevenir y evitar la sarcopenia es, lógicamente, mantener una buena actividad física y realizar ejercicios que potencien nuestra musculatura. Estos programas de ejercicios mejoran nuestra marcha, nuestro equilibrio y nuestra autonomía para llevar a cabo las actividades de la vida diaria, la autoestima y la consecuente disminución del riesgo de caídas y fracturas, además del beneficio sobre la prevención de otras patologías como la diabetes, la hipertensión o la dislipemia.

“Según la OMS se debe practicar al menos 150 minutos a la semana de actividad física moderada o al menos 75 minutos semanales de actividad física de intensidad vigorosa o una combinación de ambas”

A su vez, es importante reiterarnos en que el ejercicio físico debe ir acompañado de una alimentación adecuada. Una ingesta adecuada de proteínas y nutrientes es fundamental para mantener nuestra masa muscular y promover la regeneración y reparación muscular. Ambas cosas son esenciales e imprescindibles para prevenir o revertir la sarcopenia, dado que el sedentarismo es una de sus principales casusas.

Recuerda que unos músculos fuertes son imprescindibles para mantenernos sanos y en forma. Nuestros músculos son los responsables directos de nuestra capacidad de movimiento: los músculos sostienen nuestro esqueleto. 

Cuida de tu cuerpo, es el único lugar que tienes para vivir