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¿Cómo se relacionan el bienestar físico y el emocional?

En muchas ocasiones no somos conscientes de que el bienestar físico y el emocional están estrechamente conectados. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber para tener una mayor salud tanto por fuera como por dentro.

Mente y cuerpo son dos entes inseparables. La mayoría de las enfermedades van acompañadas, a menudo, de sentimientos negativos como la tristeza, la ansiedad o la depresión.

Un hecho menos conocido es que las emociones también pueden afectar a la salud, lo que demuestra que el bienestar físico y el emocional están conectados.

Probablemente, a lo largo de tu vida, hayas padecido algún malestar físico, como puede ser una lesión o un accidente.

Esto te habrá llevado a comprobar que, a menudo, este padecimiento va también acompañado con sentimientos negativos.

Sin embargo, aquellas emociones que se expresan libremente y se experimentan por voluntad propia no afectan a la salud, ya que fluyen de manera más positiva.

Cuando esos sentimientos son reprimidos, en especial aquellos más negativos y que denotan temor, en esos casos sí que afectan a la salud mental.

Estudios han demostrado que cada emoción tiene un impacto en una zona determinada del cuerpo, lo que confirma que emociones básicas, como la ira o la aflicción, tiene una correlación corporal.

¿De qué forma están conectados el bienestar físico y las emociones?

Cuando hablamos de bienestar físico, nos estamos refiriendo al correcto y equilibrado funcionamiento de los componentes que conforman el organismo.

Por otro lado, bienestar emocional se aplica, entre otras cosas, a aquellas personas que poseen una actitud positiva, satisfechas con la vida, con una gran autoestima y que se expresan y conectan con otras personas.

Por ende, aquellas personas emocionalmente sanas poseen un mayor control sobre sus emociones a la hora de enfrentarse a nuevos desafíos, sin llegar a sentirse superados por la situación.

Realizar actividades de relajación tan simples como la lectura, la meditación o escuchar música, van a contribuir de manera favorable a evitar que las emociones afecten al bienestar físico.

Asimismo, lo mejor es evaluar cada situación desde una perspectiva más tranquila para evitar dejarse llevar por las emociones negativas.

Debemos afrontar ese miedo a compartir con otras personas aquellos sentimientos que habitan en nuestro interior.

¿Cómo afecta el bienestar físico al emocional?

Es fundamental sentirse bien físicamente para ver la vida de forma positiva. Por esta razón, siempre y cuando el cuerpo nos lo permita, se debe practicar algún tipo de ejercicio.

Practicar una actividad física regularmente nos proporcionará muchos beneficios positivos a nivel mental.

Todo esto provocará un efecto estimulante en el estado de ánimo y ayudará a mejorar la concentración.

El bienestar físico también es muy positivo a largo plazo, ya que disminuirá la posibilidad de sufrir trastornos como la ansiedad, el estrés o la depresión y ayudará a mejorar la calidad del sueño.

Pero, de igual manera que existe una relación entre el bienestar físico y el emocional, puede suceder también junto lo contrario.

¿Qué impacto tienen las emociones sobre la salud física?

Las emociones son la principal causa del bienestar o malestar físico.

Por esta razón, a continuación te contamos cómo se pueden traducir estos sentimientos en tu cuerpo:

  • La desconfianza, la preocupación y la ansiedad dificultan la correcta digestión, lo que derivará en problemas para eliminar los desechos. Estas emociones producen efectos negativos en la salud del estómago, el bazo y el páncreas.
  • La depresión y el abatimiento repercuten en el intestino grueso, la piel y los pulmones, provocando indicios comunes como el estreñimiento, dificultades para respirar o la falta de oxígeno en sangre.
  • El miedo supondrá un impacto negativo en los riñones, la vejiga urinaria y los oídos, causando síntomas como trastornos del sistema nervioso, nudos abdominales, escasa resistencia sexual o un aumento de la producción de ácido en el cuerpo.
  • El odio y la impaciencia van a afectar a la salud intestinal y cardíaca, produciendo problemas como dolores en el pecho, palpitaciones o hipertensión.
  • La ira, la frustración o la envidia pueden afectar negativamente en los ojos, el hígado o la vesícula biliar. Esto se traducirá en síntomas como malas digestiones a causa de la producción de bilis desproporcionada, exceso de colesterol o desintoxicación bloqueada por la sangre estancada en el hígado.

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¿Cómo cuidar el bienestar físico y emocional?

La buena salud de una persona depende directamente de cómo se encuentren su mente y su cuerpo, por lo que hay que dedicar tiempo a cuidar de ambos.

A continuación, te daremos algunos consejos para ayudarte a nutrir correctamente tu salud física y mental:

  • Hacer ejercicio mejorará tu estado de ánimo y supondrá grandes beneficios para tu cuerpo y mente.
  • Tomarse un tiempo para uno mismo, para relajarse y sociabilizar, producirá grandes beneficios positivos a nivel mental y físico.
  • Mantener una dieta saludable constituirá un correcto funcionamiento de la mente y el cuerpo.
  • Darles su debida importancia a las horas de sueño ayudará a disminuir los riesgos cardiovasculares o el aumento de peso y a reducir la irritabilidad.
  • Combatir las adversidades con fortaleza siempre aportará grandes beneficios para tu mente y tu cuerpo.

Si aprendes a relajarte y a superar el estrés debidamente, obtendrás un mayor beneficio físico. La mejor forma de lograr tener un cuerpo sano es pensar en positivo e intentar ser feliz.

Practicar ejercicios como la meditación o el yoga también te ayudarán a encontrar el equilibrio deseado entre cuerpo y mente.

Conclusión

Muchos estudios se han centrado en la conexión que existe entre la salud física y mental, llegando a la conclusión de que existe una relación compleja y dinámica entre la mente, el cerebro y el cuerpo.

Esto deriva en la importancia de no considerarlos como entidades que se pueden separar, ya que constantemente están interactuando y se afectan mutuamente.

Es sumamente importante tratar de mantener siempre ese equilibrio entre salud mental y física, ya que se traducirá en una vida sana y feliz.

“El cuerpo y la mente deben entenderse como algo unido