Rutinas para dormir bien en verano

Descubre hábitos sencillos y eficaces para dormir mejor incluso en las noches más calurosas

El verano trae días más largos, más actividades al aire libre… y, para muchos, noches en vela. Pero dormir bien no tiene por qué ser una misión imposible.

El verano es sinónimo de vacaciones, ocio, calor y atardeceres tardíos.

Sin embargo, también puede convertirse en una verdadera pesadilla para quienes sufren alteraciones del sueño durante esta época.

Las altas temperaturas, el exceso de luz y los cambios en la rutina pueden afectar profundamente la calidad del descanso.

Dormir bien es vital para el bienestar físico y mental, por eso hoy te compartimos rutinas sencillas, prácticas y respaldadas por la ciencia para que puedas dormir mejor durante el verano.

1. Ajusta tu horario, pero no lo rompas del todo

Durante el verano solemos acostarnos más tarde, ya sea por planes sociales o simplemente porque el sol se pone más tarde.

Aunque es normal cierto grado de flexibilidad, mantener un horario regular de sueño es clave para que tu reloj biológico no se desajuste por completo.

Consejo: Intenta no variar tu hora de dormir y de despertar en más de una hora, incluso los fines de semana. Tu cuerpo lo agradecerá.

2. Atenúa las luces al anochecer

La luz natural influye directamente en la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.

En verano, al haber más horas de luz, nuestro cuerpo puede tardar más en “entender” que es hora de descansar.

Consejo: Reduce progresivamente la intensidad de las luces artificiales en casa a medida que cae la noche.

Puedes usar luces cálidas, velas o incluso bombillas regulables.

3. Enfría tu habitación de forma natural

Dormir con calor es una de las principales causas de insomnio veraniego.

Lo ideal es mantener el dormitorio entre 18 y 22 ºC, pero no siempre es fácil sin aire acondicionado.

Consejo: Ventila tu habitación por la noche o al amanecer.

Usa sábanas de algodón ligero, evita dormir con ropa sintética y coloca una toalla húmeda frente al ventilador para refrescar el aire.

4. Cena ligero y temprano

En verano es común cenar más tarde, con comidas copiosas, frituras o alcohol. Todo esto afecta la digestión y, por ende, al sueño.

Consejo: Opta por cenas livianas, con vegetales, proteínas magras y frutas con alto contenido de agua como la sandía o el melón. Evita comer justo antes de dormir.

5. Crea un ritual relajante antes de dormir

Una rutina de relajación puede ayudar a indicarle a tu cuerpo que es momento de desconectarse.

En verano, cuando el ritmo del día cambia, estos rituales se vuelven aún más necesarios.

Consejo: Dedica al menos 30 minutos antes de dormir a actividades tranquilas como leer, meditar, escuchar música suave o darte una ducha templada.

Apaga pantallas y evita el uso de dispositivos electrónicos.

6. Haz actividad física, pero con horario

El ejercicio regular mejora la calidad del sueño, pero en verano es importante prestar atención al horario en que lo realizas.

Consejo: Evita hacer ejercicio intenso por la noche. Lo ideal es practicar actividad física por la mañana o al atardecer, cuando el calor baja.

Así liberarás endorfinas sin sobreestimular tu cuerpo antes de dormir.

7. Mantén la hidratación, pero con moderación nocturna

Beber agua es esencial, sobre todo en verano. Pero si tomas grandes cantidades antes de dormir, puede que te despiertes varias veces durante la noche para ir al baño.

Consejo: Hidrátate bien durante el día y disminuye el consumo de líquidos al menos una hora antes de ir a la cama.

Rutinas para dormir bien en verano

Conclusión

Dormir bien en verano sí es posible, y no requiere grandes cambios, solo pequeñas adaptaciones conscientes.

Al aplicar estas rutinas, no solo mejorarás tu descanso, sino también tu energía, humor y salud general.

Recuerda: el sueño no es un lujo, es una necesidad.

“¡Duerme bien, vive mejor y haz del verano tu mejor estación!