El poder de las pausas breves: estrategias para recargar energías en el trabajo

¿Sabías que una pausa de tan sólo 30 segundos puede mejorar tu productividad hasta un 15%? Imagina lo que podría lograr tu cerebro si te tomas unas pausas cortas en el trabajo de forma habitual. Esto favorece el bienestar y aumenta el rendimiento laboral de los empleados.

Pero tienes que saber que no todas las actividades que realices dentro de tu pausa mejoran de la misma forma tu rendimiento cerebral. De hecho, es probable que algunas actividades sean contraproducentes, mientras que existen otras que alzarán tu productividad y mejorarán tu salud de forma inigualable.

¿Por qué son beneficiosas las pausas para el bienestar y el rendimiento?

En la eterna búsqueda para conseguir ser más productivos, muchas veces pensamos que pasar más tiempo trabajando es la clave para conseguirlo. Sin embargo, dedicar demasiado tiempo al trabajo puede tener un alto coste para nuestro bienestar.  

En lugar de seguir adelante sin descanso, y, contrariando a la creencia popular, tomar descansos a lo largo del día mejoran el bienestar y aumentan la productividad.

Al igual que las baterías que necesitan recargarse, todos tenemos un suministro limitado de recursos físicos y psicológicos. Cuando nuestros recursos se agotan, empiezan a salir los problemas derivados del estrés y relacionados con nuestra salud mental. Continuar trabajando en estos casos, cuando nuestros recursos están bajo mínimos, afecta negativamente tanto a nuestra salud como a nuestro rendimiento.

Lo bueno es que tomar pausas nos ayuda a recargar energías y romper la espiral negativa de agotamiento y disminución de la productividad. Sin embargo, todas las pausas NO son igualmente efectivas en términos de sus beneficios.

¿Qué tipos de pausas son más efectivas?

El hecho de tener pausas disponibles, no garantiza sus beneficios. En nuestras rutinas diarias, las pausas se convierten en momentos valiosos para revitalizar la mente, mejorar la concentración y fomentar un ambiente más saludable.  No se trata de cuánto tiempo nos tomamos en el descanso, sino de qué hacemos con él y cómo lo aprovechamos.

Las pausas pueden ser cortas, largas, activas y mentales. Dependiendo de la persona y del momento en el que se encuentre, funcionarán mejor o peor. Es importante recalcar que no todas las pausas son efectivas para todo el mundo por igual.

  • Una pausa más larga no siempre es mejor. Desconectar del trabajo durante unos minutos  (micro-pausas) puede ser suficiente. Por ejemplo, puedes parar para comer algo, estirarte o simplemente mirar por la ventana. Además, el momento en que se toma la pausa también es importante: las pausas más cortas son más efectivas por la mañana, mientras que las pausas más largas son más beneficiosas por la tarde.
  • El lugar donde se toman las pausas. Estirarse en el escritorio o salir al aire libre para dar un breve paseo parecen actividades de descanso similares, pero hacerlo al aire libre y disfrutar del espacio verde es mucho más efectivo para recargar que simplemente quedarse en el escritorio.
  • Realizar actividad física durante una pausa. El ejercicio es beneficioso para nuestra mente, en cualquier situación de nuestra vida. Sin embargo, los efectos positivos de este tipo de pausa son cortos, por lo que se recomienda simplemente andar un paseo corto o realizar algún estiramiento.
  • Socializa en el área de descanso. Haz actividades divertidas con tus compañeros, o simplemente relaciónate con ellos. Esto alivia el estrés y fortalece las relaciones laborales.

Conclusión

Las pausas son una herramienta muy valiosa para mejorar nuestra productividad y nuestro bienestar. A través de cualquiera de ellas, podemos recargar energías, reducir nuestros niveles de estrés y mantener una mente clara y enfocada a nuestras tareas. Requieren planificación y compromiso, pero los beneficios son muy significativos. 

En los innumerables beneficios de realizar las pausas, se encuentran:

  • Restaurar la energía y la concentración
  • Mejorar la creatividad
  • Ayudar a nuestra salud mental y los problemas derivados de ella (estrés, agotamiento,…)
  • Impactan en nuestra salud física, ya que el hecho de movernos y levantarnos de nuestra silla mejora nuestra circulación y la activación de nuestros músculos.
  • Aumentan nuestra productividad, nos hacen ser más eficientes y optimizar mejor nuestro tiempo, incrementando nuestras capacidades cognitivas

“Solo tienes el poder de elegir dónde invertirelemento más valioso: tu tiempo