El mes de junio marca la transición definitiva hacia el verano en España. Los días se alargan, el sol calienta con decisión, y la naturaleza entra en una fase de plenitud. En este escenario, el mercado local se transforma en un festival de colores, texturas y sabores: frutas que revientan de jugo, verduras en su punto exacto y pescados que se encuentran en su mejor momento.

Comer de temporada en junio no solo es una elección deliciosa, sino también una apuesta por el equilibrio entre salud, cultura gastronómica y sostenibilidad. En este artículo te llevamos a recorrer los alimentos que priman este mes, con ideas para incorporarlos a tu cocina y entender por qué su consumo responsable importa más que nunca.

Frutas: dulzura natural en su máximo esplendor

Junio es, probablemente, uno de los meses más generosos del año en lo que a fruta se refiere. Los árboles frutales, tras semanas de sol y maduración, ofrecen sus mejores piezas.

  • Cerezas: Desde el Valle del Jerte hasta Aragón, las cerezas marcan el inicio de un verano sabroso. Ricas en antocianinas (antioxidantes naturales), son perfectas como tentempié, para mermeladas artesanales o como contraste ácido en platos salados. 
  • Melón y sandía: No hay verano sin ellos. Estas frutas de gran tamaño aportan hidratación, frescor y dulzura natural. Prueba una ensalada de sandía, queso feta y menta para una comida ligera y sorprendente. 
  • Albaricoques, nectarinas y melocotones tempranos: Su temporada arranca en junio y va en aumento. Puedes disfrutarlos crudos, asados al horno con un toque de canela, o integrarlos en compotas naturales para tus desayunos. 
  • Ciruelas: Ideales para el tránsito intestinal y con un punto ácido que equilibra su dulzor. Añádelas en tartas o chutneys caseros.

Verduras: frescura y versatilidad en la mesa

Las hortalizas de este mes nos invitan a cocinar con sencillez y creatividad. Son ingredientes que no necesitan ser disfrazados: con poco, lucen mucho.

  • Tomate: Aunque su pico será en julio-agosto, en junio ya empezamos a encontrar variedades nacionales cargadas de sabor. Nada como un buen tomate aliñado con aceite de oliva virgen extra y escamas de sal. 
  • Calabacín y berenjena: Dos hortalizas que admiten casi todo: a la plancha, rellenas, en cremas frías o incluso en versiones vegetales de lasañas y moussakas. 
  • Pimientos: Asados, salteados, en conserva o como parte de una escalivada, su aroma en la cocina marca el comienzo del verano. 
  • Pepino, lechuga, rúcula, canónigos: La base perfecta para ensaladas hidratantes. Si quieres variar, incluye frutas de temporada y semillas para una opción completa y equilibrada. 
  • Judía verde y zanahoria: Ingredientes sencillos y económicos que aportan fibra, color y textura a platos fríos y calientes.

Pescados y mariscos: la costa también tiene su calendario

El mar también sigue su estacionalidad, y en junio nos regala productos frescos con alto valor nutricional. Optar por especies de temporada no solo es saludable, sino que ayuda a mantener la biodiversidad marina.

  • Bonito del norte: Comienza su temporada y su carne firme, sabrosa y rica en omega-3 lo convierte en el protagonista de marmitakos, conservas artesanales o tatakis veraniegos. 
  • Sardinas: Junio es el momento ideal para disfrutarlas a la brasa. Son económicas, deliciosas y sostenibles.  
  • Caballa (verdel): Otro pescado azul que combina sabor intenso con beneficios cardiovasculares. Puedes prepararla al horno, en escabeche o a la plancha. 
  • Pulpo, sepia y calamar: Se mantienen en buena calidad en esta época. El pulpo a la gallega o a la brasa es una delicia nacional; la sepia, perfecta para arroces, y el calamar ideal para frituras ligeras.

Por qué comer de temporada es un acto de responsabilidad

Más allá del sabor y la frescura, elegir productos de temporada tiene un fuerte impacto en el entorno:

  • Menor huella ecológica: No requieren transporte desde largas distancias ni conservación artificial en cámaras frigoríficas. 
  • Apoyo al productor local: Dinamizas la economía de tu entorno y fomentas prácticas agrícolas tradicionales. 
  • Mayor valor nutricional: Al haber sido recolectados en su punto óptimo, tienen más vitaminas, minerales y antioxidantes. 
  • Menos residuos: Muchos de estos productos vienen sin envases y pueden adquirirse a granel.

En Wellat Technologies, creemos firmemente que comer según lo que la naturaleza nos ofrece es mucho más que una tendencia. Es un compromiso con el entorno, con la salud personal y con una economía más justa. Por eso diseñamos planes personalizados de alimentación que integran alimentos de temporada, sostenibles y adaptados a tus necesidades. 

“Lo natural sabe mejor.”