En un mundo donde la salud física y mental cobra cada vez más protagonismo, la actividad física se presenta como una pieza clave del bienestar general. Sin embargo, surge una pregunta inquietante: ¿realmente somos activos los españoles? Más allá de las imágenes de parques llenos, gimnasios abarrotados y retos virales de fitness, los datos y la realidad diaria cuentan una historia algo más compleja.

Una visión general: entre la intención y la acción

España es un país con una cultura activa, o al menos, con la intención de serlo. Según varias encuestas nacionales recientes, cerca del 70% de los españoles asegura que le gustaría hacer más ejercicio físico, y muchos consideran que llevar un estilo de vida saludable es una prioridad. Pero como suele ocurrir, entre lo que se quiere y lo que se hace, hay un trecho considerable.

De acuerdo con los últimos datos del Ministerio de Sanidad y del Eurobarómetro del Deporte, alrededor del 46% de los españoles no practica ejercicio físico de forma regular. Aún más preocupante: cerca del 35% reconoce no realizar ninguna actividad física en su tiempo libre.

Esto nos posiciona por debajo de la media europea en cuanto a niveles de actividad física. Un dato curioso si tenemos en cuenta el clima favorable, la cultura del paseo y la dieta mediterránea, todos ellos factores que deberían favorecer que los españoles fuéramos más activos.

¿Quién se mueve y quién no?

El panorama varía significativamente según el grupo de población que se analice.

  • Por edad: Los jóvenes entre 15 y 24 años son los más activos, aunque la práctica suele estar vinculada al deporte organizado. El problema aparece a partir de los 25, cuando las obligaciones laborales y familiares comienzan a restar tiempo y energía para moverse. En los mayores de 65 años, la tasa de inactividad física es muy alta, aunque cada vez más programas públicos buscan revertir esta tendencia. 
  • Por género: Las mujeres, tradicionalmente, han estado menos representadas en actividades físicas y deportivas. Las causas son múltiples: desde roles de género históricos hasta una menor oferta adaptada o espacios percibidos como menos inclusivos. No obstante, se observa una mejora progresiva en la participación femenina en actividades como el yoga, el pilates, o el running. 
  • Por nivel socioeconómico: La brecha también es palpable aquí. Las personas con menos recursos tienden a practicar menos ejercicio, tanto por falta de tiempo como por limitaciones económicas o de acceso a instalaciones adecuadas. La actividad física, paradójicamente, aún es un privilegio para muchos.

Factores que explican esta inactividad

Son varios los motivos que explican por qué tantos españoles no se mantienen activos:

  1. Estilo de vida sedentario: El auge del teletrabajo, el tiempo frente a pantallas, y el uso excesivo del coche son factores que han reducido el movimiento diario. 
  2. Falta de tiempo percibido: Aunque muchas veces no es real, la sensación de no tener tiempo para hacer ejercicio es una de las excusas más frecuentes. 
  3. Falta de motivación o hábitos: Iniciar y mantener una rutina de ejercicio requiere disciplina, y muchas personas no han incorporado esa costumbre desde edades tempranas. 
  4. Pocas políticas públicas consistentes: Aunque existen campañas y programas municipales, muchas veces son esporádicos, mal promocionados o poco accesibles para el ciudadano medio.

Una oportunidad para las empresas: aliados clave en la salud de sus empleados

En este contexto, las empresas juegan un papel fundamental. Pasamos gran parte del día trabajando, y lo que ocurra en ese entorno impacta directamente en nuestro estilo de vida. Incorporar iniciativas de promoción del ejercicio físico no solo mejora la salud de los empleados, sino que también reduce el absentismo, mejora el clima laboral y aumenta la productividad.

Aquí es donde tecnologías como la de Wellat Technologies pueden marcar la diferencia. A través de planes personalizados de ejercicio físico adaptados a cada usuario y sus circunstancias, Wellat ofrece a las empresas una herramienta efectiva para activar a sus equipos de forma realista y sostenible. No se trata de imponer una rutina única, sino de acompañar a cada persona en su propio proceso hacia una vida más activa.

Con soluciones digitales que integran seguimiento, recomendaciones personalizadas y estrategias de motivación, plataformas como la de Wellat permiten que la actividad física deje de ser una meta lejana y se convierta en parte del día a día laboral, sin necesidad de grandes inversiones ni cambios drásticos.

Españoles activos en el futuro: ¿utopía o posibilidad?

España tiene todas las condiciones para ser un país activo: buen clima, espacios naturales, una dieta saludable y una población que valora el bienestar. Sin embargo, para que eso se traduzca en cifras positivas, es necesario que la actividad física se democratice. Que deje de verse como algo extra o de élite, y se convierta en una parte integral de la vida diaria, como lo es comer o dormir.

Eso implica una transformación profunda: en la educación, en la urbanización, en la política sanitaria y, por supuesto, también en el entorno laboral. Y es ahí donde la tecnología y las empresas, como Wellat Technologies, pueden marcar un antes y un después. Porque la pregunta no es solo si somos activos hoy, sino si estamos dispuestos a crear una sociedad —y una cultura empresarial— que se mueva más y viva mejor.

Moverse es vivir mejor.”