Liderazgo saludable: qué es y cómo conseguirlo
¿Sabes en qué consiste el liderazgo saludable? A priori, podemos decir que el principal objetivo de una empresa es obtener la máxima productividad; sin embargo, no podemos pasar por alto un factor fundamental: el humano.
En la actualidad, un buen líder no solo debe saber dirigir a un equipo para lograr buenos resultados empresariales, sino que ha de ser capaz de motivar a los empleados, ayudar a potenciar y desarrollar sus capacidades y favorecer el buen clima y cohesión grupal.
Qué es el liderazgo saludable
Como has podido intuir hasta el momento, el liderazgo saludable consiste en obtener los objetivos de la empresa sin pasar por alto la salud de las personas. Ambos aspectos han de mantenerse en equilibrio.
Aunque puede parecer una utopía, no lo es en absoluto. De hecho cada vez son más empresas las que se preocupan por este factor.
Este tipo de liderazgo supone una estrategia competitiva. Podemos decir que sus reglas básicas son:
- En una empresa es fundamental que exista una equidad y equilibrio dentro del equipo de trabajo.
- Los valores que se mencionan han de ser reales.
- Los trabajadores deben sentir que forman parte de la empresa.
- Es fundamental reconocer los éxitos de los miembros del equipo y celebrarlos.
- Motivación. Para mantener un liderazgo saludable debe mantenerse la motivación a través de diferentes métodos.
Cómo ser un líder saludable
Una de las vías por la que se consigue el liderazgo saludable es a través del autoconocimiento y el control de la gestión emocional.
Un buen líder debe aspirar a:
- Convertirse en un modelo referente para su equipo.
- Transmitir seguridad y confianza porque sabe gestionar sus emociones.
- Mostrar una actitud positiva y ser resiliente ante cualquier cambio que se produzca en la empresa.
- Saber detectar las habilidades potenciales de cada empleado para que continúen desarrollándolas.
- Resolver conflictos de la mejor forma y fomentar el buen ambiente laboral.
Hoy día existen programas de liderazgo saludable en los que se trata de desarrollar todas estas competencias a través del mindfulness y la psicología positiva. Dentro de dichos programas también se trabajan hábitos de nuestra vida diaria que repercuten en el estado físico y psicológico, puesto que para liderar a un equipo debemos convertirnos en personas equilibradas. Los tres pilares básicos son: la alimentación, para aprender a comer de forma sana y consciente; la actividad física, para evitar el sedentarismo y sus repercusiones, y la liberación de estrés y ansiedad a través de un plan de bienestar mental.
Cuáles son los beneficios de un liderazgo saludable
Existen grandes ventajas que se obtienen al implementar este modelo de liderazgo. Las principales son:
- La productividad del equipo aumenta.
- El clima laboral es altamente favorable.
- Se produce un menor absentismo entre los empleados, los cuales mantendrán una buena salud mental y no sufrirán situaciones de estrés o ansiedad.
- Existe una clara distinción con la competencia. Nuestra empresa será mejor valorada.
- Los trabajadores desearán mantener sus puestos de trabajo y no se marcharán a otra empresa.
Conclusión: el liderazgo saludable es fundamental en una empresa
Para que exista un liderazgo saludable se han de tener en cuenta a las personas, las cuales representan el componente esencial para lograr todos los objetivos que desee alcanzar la empresa. Este plus de humanismo hace que los trabajadores se encuentren mejor en sus puestos, valoren de forma positiva a la empresa, exista un menor absentismo laboral y, por supuesto, nadie querrá abandonar su trabajo.
Hoy día tanto las pequeñas como las grandes empresas están apostando por este tipo de liderazgo. Parece ser que, por suerte, está decayendo el modelo de líder inflexible y autoritario que basa su poder en castigos.
Recuerda que la mejor inversión que puede realizar un negocio es el cuidado de su equipo de trabajadores.